¿Cuánto deseo se puede acumular
en el vaso de un corazón destilado
con la sangre de un tiempo quieto
a la espera de besar lo desterrado?
Puedo decirte que tanta cantidad
no hará cambiar la noche en día
nuevo desde el momento que das
un lapso de pasos hacia la sequía.
¿Cómo designar un apostol nuevo
para oficiar señalando otro camino
ante conclusión de mirar lo ciego
al corrérse el manto que fue tejido?
No lo designará mi mano ni credo
pues del amor aprendí que es otro
sino la oportunidad de amar cierto
lo que con distinto sol vendrá solo.
¿Qué hacer al final con lo que pasó
entre tus manos dibujadas con luz
y el eterno sentimiento que nació
para quedar terminado en la cruz?
Para eso, tengo solo que decirme
nada mas que el silencio de mi voz,
siendo tan elocuente que no verte
jamás será la presencia de tu adiós.
Vito Angeli