LEONARDO HENRRICY

CON UN RAYO DE SOL SOBRE MIS MANOS

 

 

 

 

Destellos de la mano que acaricia

la ruda suavidad de lo imposible.

Por tener en su palma lo indecible

ha derrotado a la altivez marchita.

 

Por sus venas la humanidad transita,

y clama del dolor lo insostenible.

Hurgando por su piel lo incomprensible

va cincelando un corazón de arcilla.

 

Tocando la pureza ha saboreado

espinas de caminos invisibles

con cielos de matices renovados.

 

Por el poder de todo lo logrado

quisiera de forma inconmovible

eternizar la hechura de mi mano.

 

LEO HENRY

(Leonardo Henrricy)