Entre la multitud... La vi
y certero; mis ojos
se clavaron en su imagen
que no podré olvidarla mientras vivo.
Más fuerte que un imán
potente me atraía
ninguna resistencia que esgrimía se opuso.
Sin voluntad seguí tras de su afán.
Descubriste mi amor y aprovechaste
tratarme con tu antojo delirante
me embriagó de placer tu hermosura
que condujo mi actuar sin mesura.
Dulce veneno transgresor infame
que sin sentir mata... Sin remordimiento
calculador siempre, importuno ataca
dejando a su paso quien nunca delata
Pierdo nuevamente; dolor de experiencia.
No vi la maldad bella, camuflada;
culpable yo solo por sentir terneza
por aquella imagen que ese día me atrajo.