Me convertí en ti y me repartí al viento
en un jamaqueo violento del pensamiento.
La acústica bajo el agua se me disuelve
Se vuelve rustica y me muerde.
Me desnude y me anude en pedazos.
El cielo raso terso intenso y comer los dedos,
de mis caricias viejas y rentadas al diablo.
Sonrisas eternas regaladas cuando te hablo.
Masque y rebane estas palabras en sabanas
de tu piel olorosa a la loza de barro,
hermosa eres diosa del pecado.
Alada que es mi esperanza de correr,
con los pies desnudos blandos.
Hacia el amanecer de un sol
solo y soleado desgastado.
Y entre muerto y sobreviviendo
iluminas solo el sol de mi diestra.
NoK...