La vida me lleva sin rumbo, al azar;
recorro caminos por sendas difusas
recuerdos conmigo de una dulce musa
me libran tormentos, me hacen descansar.
Sus lucidos ojos, que en mi mente estan,
divagan miradas llenas de pasión;
de esas que causan y dan la emoción,
de esas que apasiguan mi cruel palpitar.
En mis noches frías y el amanecer
su cuerpo de abrigo sería lo indicado;
sus tiernas caricias de angel delicado
en mi lecho incierto sería menester.
En vagas locuras mi fe se ha tornado,
un errante acierto mi mundo ya es hoy
un vaiven en marcha, eso es lo que soy,
no estar a tu lado: me hace deshichado.