Escudriñas el espejo, con ansias de mirarme,
pretendiendo encontrar mí ser, en su reflejo.
Pensando hallar mi imagen, intentas evaluarme,
sin meditar que al frente, lo que hay es un espejo,
sin ver que en el reflejo, en que quieres juzgarme,
se proyecta tu rostro, tu ser, tu piel, tu aliento…
Te miras al espejo tratando de inculparme,
en busca de limpiar todo el remordimiento.
De lavar esa mancha que mi alma dejaste
¡tintura irreflexiva con la que me marcaste!
El día en que planeaste matar el sentimiento,
el día en que tu piel, reinó la desconfianza,
el día en que veneno, destilaba tu aliento,
el día en que tu rostro, sepultó la esperanza.
Cuando con tus palabras mil heridas causaste,
sumergiendo a mí ser, en el peor sufrimiento.
Ignoro los desiertos, por los que atravesarte,
la ruta que condujo hasta éste desconcierto,
Desconozco las cargas, que abultan tu equipaje,
los pesos que acompañan, ese tu pensamiento.
No sé quienes transitan contigo en éste viaje,
más te quiero pedir, que aguardes un momento.
Detente aquí mi lado, y observa ese reflejo…
El rostro que proyecta, se encuentra hoy cansado,
refúgiate en mis brazos, y mírate al espejo…
te ayudo a recobrar la imagen del pasado.
Te invito dejar ir, éste pesado invierno…
Deja ya de vivir, tu vida en ese infierno…
Te invito a compartir, un sereno momento,
te reto a descubrir, la paz del sentimiento,
es cierto que sufrí, mas hoy no lo recuerdo,
dejémoslo hoy así, lleguemos a ese acuerdo…