Como canto de jilguero
es tu voz a mis oídos
suave melodía
que induce desvaríos,
y mi pecho estremecido
cede a la codicia
de saciar sus instintos
a la sombra de tu cama
liberando los deseos
escondidos en tu ventana
estrujando los cuerpos
de dos personas
que se entregan el alma.