(esperar 27 segundos de la música para leer el poema)
Un tiempo como mi mente sin nada
en un blanco total del pensamiento;
hacía el vacío lleno de ideas blancas,
dejo de ser borrador al ver tu cuerpo.
Con la punta del lápiz como pluma
y la sangre que era tinta del tintero
acompañando trazada noche la luna
no me limito a decirte solo te quiero.
Lapso intermitente de horas y sueños
guiando a mi espíritu para retratarte
sin saber que tu obra era lo perfecto
ya pues de lo divino eres su valuarte.
El temple de artista va nadando esto
tornándose en cada línea mas amorío;
aconsejaron de las alturas manifiesto
elaborar para serte deidad del Olimpo.
Subyugado a tu piel por la que deseo,
hipnotizado por tu fragancia de mujer,
doblegado de ser tu arte único esmero
en mi vida, solo por tí cumpliré deber.
Vito Angeli