Intimo

Ademán


Recordar dormido íntimas memorias;

 Como el supremo en la catástrofe de la noche,
 bajo un cielo de una servicial extranjería,
 me repitió trasnochado con su voz interminable:
 -¡Te acuso de la copla y de la herida! 
Absorto corazón, Gastado día. 
¿Quién eres? – le decía desde mis entrañas.
 -Algún día eh de ser tu fiel itinerario,
 tu retrato conmovido y tu pensamiento exacto. 
¿Por qué me acusas? 
-Te aventajas con las manos mojadas de arco iris 
y haces llorar en grises horizontes 
el blando corazón de hombres y mujeres.
 -Ya estas viniendo desde siempre 
 por los recodos, por las soledades 
corazón persistente, fuego tan insondable y roca tan segura. 
-Yo te dejo que vengas, desde todas las fugaces esquinas, 
desde el llanto desdichado 
desde el llanto de cenizas.
 -Yo te reclamo abandonado sin reminiscencia, 
solo y sin escudo. 
Yo sé de dónde vienes,
yo sé quién eres tú, 
con tus cabellos cálidos y tu nombre claro, 
con tus piernas de muchacho, 
tus sonrisas y tus adorables etcéteras.
 -A veces sufres un calofrío de inquietud  
bien tú…  
corazón persistente.  

Así  nace la historia intima de mi obstinado mundo,  
mi pensamiento pasajero, mi brega sin segundo.
 Esta es mi arcilla, mi heredad profunda y miserable, 
mi final perspicaz que preclara su persistencia. 
Tendré mi flor, mi pájaro, mi piedra 
Con grata ancianidad mi río quieto Azul sin sangre,
y mis tristes verónicas de lino 
Mientras crecen mis huesos y mis sales
 Hasta el fin de los siglos.