Vengo preñada de reflejos...
Vengo de la ciudad olvidada...
Vengo de volar con los vencejos,
De voces verdes y calladas.
Traigo :relatos viejos,
Desesperanzadas miradas,
Rotos y resquebrajados espejos
De criaturas en jaulas encerradas.
Este ramo de ángeles cautivos
Para la injusticia desacertada...
Y allá en los campos del olvido
Dejé nuevas semillas sembradas.
ANTONIA CEADA ACEVEDO