Te aviso ventana, voy a cerrarte por algunos días, no puedo distraerme en esta hora, seguramente solo tendré tiempo para bajar a comer algo de fruta, o de una frugal colación intermedia. Si no es que ayuno, con la ayuda de DIOS. Te digo, luna que por bella y cautivante que te mires, no me voy a detener por algún tiempo a renovar mi idilio visual con tu brillo cambiante. Puedes salir u ocultarte detrás de las nubes de septiembre o brillar como es tu costumbre en el octubre de estas latitudes boreales. No me importa, y creo que no me pierdo mucho, siempre te has distinguido en evadirme, en ilusionarme vanamente. Y cómo iba yo a llegar a ti, siempre tan distante. Te digo sueño, me haces falta, y con todo me fatigo por no procurarte, por no caer en tus juegos oníricos , y tus fantasías con las cuales engañas mis sentidos como lo hacen los buenos novelistas. Te necesito más cada día que transcurre de mi vida, porque los años se me han acumulado, y en mi empeño por escribir y escribir, paso los días, adherido a este aparato tirano que me conecta al Internet, haciendo malabares para mantener los ojos abiertos aunque el cuello me torture, y los ojos me den al cerebro imágenes borrosas de cansancio. Y con todo tendré que ahuyentarte un poco aun. Sueño. Les notifico a todos mis amigos que por unos días o semanas. No lo sé, cerraré esta miscelánea de palabras e intenciones en que tengo convertido el corazón de poeta. Debo comenzar a hacer la limpieza de este tapanco donde despacho de seis a seis, y a donde vuelvo a las cuatro. A despachar de nuevo las materias de la vida cotidiana. A comunicarme de la forma que antes los abuelos se comunicaban usando la radio de onda corta, a Filipinas o a España, que con la vecina de al lado. Dejo pendientes algunos asuntos por ahora. Les ruego me perdonen por este atrevimiento inoportuno, pero qué vamos a hacerle, de cuando en cuando es necesario, hacer una pausa y meditar, mirar adentro. Y esperar respuestas de Lo Alto. En todo caso, es como salir de compras para traer los regalos para el día de Navidad, que quiero daros. Ya es hora, desconectaré el teléfono, te aviso… o quizá será mejor no pagar el recibo de este mes, para no hacerte la descortesía de no atenderte aunque esté. No tengas pendiente, voy a estar bien, y seguro. Hasta luego, quizá hasta pronto, no creo que pueda vencer la tentación de escribir…