Donde estás tú, estoy yo.
Ahí donde está tu corazón
ahí estoy yo, sediento de tu amor,
como lo hace el sol con la luna.
Deseoso estoy de tus caricias
para llenarme de tus delicias
y guardarlas para mis recuerdos.
Ansioso estoy de tus besos,
porque en ellos encuentro
el encanto de tus embelesos.
Y a donde quiera
que vayas, ahí estaré yo,
solamente tuyo,
donde a diario mi vida construyo,
siguiéndote a cada instante,
como la sombra que cuida
a su silenciosa amante.
Y en el torbellino de amor,
que es mi centro,
que surge en el vaivén
que tengo dentro,
cauteloso he de ser
para no molestarte,
prudente para no ofenderte,
y amante para no perderte.