Hijo que bueno que te decidieras
a hacerme compañía en el campo santo
no pensé que tan rápido vinieras
a llegar a este sitio que temen tantos.
Aquí hay una paz infinita,
aquí se respira mucha serenidad
ya verás que todo aquí transita
en horas llenas de conformidad.
Ven hijo vamos juntos sin temor
vamos por caminos de espiritualidad
de nada sirve perder el control
y dejar que nos domine la maldad.
Los dos aquí en el cementerio
podremos pasar la mañana juntos
orando para cumplir un ministerio
y dejando flores a los difuntos.
Vamos hijo a visitar otras tumbas
de muertos que yacen olvidados
que aunque hayan vivido su balumba
ya todos fueron perdonados.
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