No sé (...) Es un halo, así como de desesperanza.
No parece percibirse hasta que...
hasta que, ya ves, te ha atrapado.
La botella descorchada recupera su tapón hermético y se sume en un profundo sueño...
Un sueño que no avanza, que se alimenta de recuerdos felices de antaño,
que no ve lo feliz del hoy, del mañana...
que está ciego y en parada.
Medroso de avanzar por lo que pueda suceder,
acapara sus burbujas centelleantes y las priva de sonido.
Acallando rumores absurdos de lo que podría ser... habría sido,
una brillante mente despierta,
y que hoy torna, en quién sabe qué vacío, apresada.