La tarde de los tristes
Lloran a sus sirenas
Rondas de almas en pena
Que hasta el fuego queman
La tarde de los tristes
Balcones llenos de vacío
El canto no toca con su rocío
Lamento con libre albedrío
La tarde de los tristes
Se vuelcan a sus libretas
Cientos de miles de poetas
Hasta que en la piel se forman grietas
La tarde de los tristes
Llenar vacíos es su meta
A partir de la cal de las letras
Cuando un llanto los someta
La tarde de los tristes
Pese a que otro amor prometía
No es más que pura melancolía
De haber sabido no venia