A veces caminando entre caminos
me encuentro como ave desvalida,
entre entendimiento, que al descender
en alas de un mismo mundo,
y un mismo idioma no entiendo,
esa estrategia de palabras de convencer
a todos pasar por una misma puerta,
de ideas y frialdad de recibimiento...
Cada uno desprendemos ese calor
que entre cuerpo y alma sentimos del otro,
para alcanzar aquello sin tener que pensar
que somos maquinas de un mismo programa,
de preguntas y respuestas repetidas,
de aquellos en su dominio y altura
quiere convencer al mundo...
Somos humanos aunque parecidos
en sus necesidades, a veces un minuto
de palabras escuchadas y respondidas
desde adentro, abren esos caminos
de sentimientos y acogimiento,
que en estos tiempos y siempre
la vida necesita del mundo, para crecer
entre semillas de libertad, de vuelo
y de amor de todo camino...