Habiendo encontrado el atajo por donde conducir mi Alma
no tan cerca ni tan lejos de mi.
La siento y la veo por dentro y fuera,
da igual es lo mismo con toda su claridad.
Ya no pienso, porque al sentir
eso que es nada y todo en realidad
no hay palabras que al gozo de dicha plenitud
pueda alcanzar a ofrecer su verdad.
Estamos porque somos y sin saberlo disfrutamos del maná
que cae desde adentro para afuera en un estado de gracia continua.
Todo lo que fué pasó, ya no es necesario el recuerdo porque estamos y somos
a cada inspiración y expiración en ése nuestro Aliento de Vida.
luz teresa maldonado