Eres mi Diosa.
La bendición que regaló un Dios que quizo devolverle la sonrisa a este desdichado...
Eres mis mil musas en una.
Eres mi fruto prohibido que nunca dejará de tentarme... y si amarte es pecado, ni la eternidad en millones de infiernos sería castigo digno para mi alma enamorada.
Eres el latido de mi corazón que sólo late por lo que tú has provocado.
Eres mi muerte y mi resurrección, mi más bello sueño del cual no quisiera despertar jamás.
Eres mi más grande anhelo, mi amor.
El angel que entra en mis sueños y me hace no soltar la vida para seguir amándote.
-Obsequio para Abha. De Carlos Rodrigo (2007)-