He dormido durante tres años,
debajo de ese libro que guardas detrás de tu cabeza,
ése que todas las mañanas tocas
como si de una costumbre vital se tratara,
Ése que fue un regalo escondido del viento,
que se clavo inocente en tus exageraciones.
Ya no piensas como antes, ¿de qué páginas estás hablando?,
ahora estás concentrada en tus preguntas sobre la noche,
estás inundando de silencio tus amores.
Ya no sabes quién despertó ni si alguien parecía dormido.
Si las frases que pronuncio mirándote a los ojos,
son para ti o eres tú quien con un movimiento transparente,
se ha interpuesto en el camino.
Ya no distingues una vocal de una rama,
ni el almidón de la sombra de revolver.
Ahora que las apariencias son esa blusa caída a tus pies,
dime si has venido o soy yo el que ha ido a buscarte.