Me repugna la compañía,
la costumbre hecha huella.
Comunes aves en cielos tan altos
y humos fabricados, rompiendo vidas
...se defienden en espirales
¡desaparecen!
Sonidos tartamudean
la culpa ajena
-impuesta-
abandono de tu ser,
y de la angustia
(mal principio para un final)
Sentir como se rompe mi espalda,
solo para mirar dentro.
Tampoco estás aquí.