Baila amada mía con alegría,
con tu agraciado encanto,
con tu suave sonrisa,
y danza con tus sueños
de ángel y de esperanza.
Vive la existencia hermosa,
y juega y vuelve a jugar,
y déjate llevar por la música
al ritmo de los pinceles del amor.
Tus sueños son para mí,
mis mismos sueños,
en este paraíso terrenal.
No te detengas volando,
sigue, sigue bailando,
en este mundo hecho
para no parar, y yo
en tu derredor he
de moverme girando
con tu misma facilidad,
y he de seguir tu ritmo,
con las notas que son altas,
que son encanto,
que son de guerra,
y son una invitación
a no parar jamás,
hasta llegar con alegría
al momento final.
No te pares amada mía,
Sigue bailando conmigo,
desplázate entre las nubes,
pues la vida es hermosa
y tú siendo la flor de mi vida
lo eres mucho más.