La inspiración viste de luto
y cubre su lloroso rostro
el dolor es hoy, absoluto
y se funde íntegro con nosotros.
Con el velo de la desolación
lloran afligidos los versos
no sabemos porque se ensañó
ese destino tan perverso.
Sobre la tumba de aquel poeta
la rima entristecida huyó a ocultarse;
se fue con su fiel anacoreta
porqué de él no pudo separarse.
En un oscurecido y solitario rincón
las letras yacen enmohecidas,
es esa, la fiel y noble versación
que en un mismo fuego se calcinan.
Olvidadas en el fondo de esa alma
sus manos se negaban a escribir
y sus ojos de llanto se anegaban
por lo que su corazón quería transmitir.
Adiós poeta, adiós gran amigo
esas letras que un día dejaras,
germinarán como granos de trigo
en la tierra fértil donde te inspirabas.
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