Mi alma está bañada de tristeza,
Tus acciones viles son mi condena,
cual mil dardos clavados en mi vena,
Ya en vano corres hacia mi tibieza.
Aquellos sueños rosa de proeza,
no son más y el corazón se apena,,
No tengo más tu amor de verbena,
tus brazos, ni tus besos de cereza.
Mis labios segregan esa amargura,
Y el corazón está ensangrentado,
con tu puñal de gran envergadura.
Mi amor ha muerto y la ilusión atado,
Desvanece del alma mi hermosura,
Y mi sueño hecho tormento ahogado.