omu

Lenguas de viento y tronco


Y observó...
que a su alrededor vivían
-figuradas-
las raíces que serían:
¡su lenguaje!


Infante con sentires atrevidos,
por causa de querer tanto expresar,
no cesó de buscando conjugar,
los secretos, ocultos y escondidos,
con sonidos vitales esparcidos,
en los mares de vientos guturales,
que son cofres abiertos culturales,
con tesoros guardando gran contar,
donde cabe proyecto que abra umbrales.


Con sus sentidos captó,
de olas en viento:
vocal con habilidades.
Que tomó asiento, y...
compartió el tren de su viaje.


Tan intrepido fue, que de rectas hizo curvas,
pudo a fuerza de intentos hacerlas maleables,
y aún siendo éstas; rígidas, gruesas y muy duras,
las dobló y deformó hasta encontrarles mensajes.
Su labor las reunió, procurando conjuntasen,
cada una de sus formas; posó en los estantes.
Y en su fragua ensambló, la escritura y la lectura,
el nacer de vocal; y también de consonantes.


Escuchó...
De la hoja arrastrada
el crujir de consonantes;
y acopló
ambas, a senda y balada,
las enlazó como amantes.


Artísticas formas toma el lenguaje,
mas diría; precioso monumento
eleva él; por si mismo como invento.
Es sastre que elabora un util traje,
sus telas variopintas son ropaje,
nos acerca confesión en cada intento.


¡Sonó aguda!
la sílaba primeriza;
perdió a su soledad muda.
Y casual;
aquí riza,
acrobático formal,
cual habitual,
combina compañera; y en palabra se anuda.


Se olvidó de cualquier signo prohibido.
Incesante, torció con más girar
entrando en el portal donde iniciar,
un lenguaje que muestre contenido.


318-omu G.S. (BCN-2011)