Claro que era un pueblo con mar
Pero no había ningún bar abierto.
El pueblo estaba desierto
Por eso nos fuimos al puerto.
Ahí siempre hay donde tomar.
Entré al baño a orinar
Y un tuerto
Me meó creyendo que yo era un muerto.
Pero de muerto na
Le pegué un combo y Roberto
El amigo del pelafustán
Me vino a sermonear
Que como le pego al amigo
Y le mandé un patada en el recto.
A propósito de esto
El tuerto y otros amigos
Se enojaron con este entuerto
Y todos al unísono
Me tiraron al mar
Donde estaban los excrementos.
Me estuve a punto de ahogar
Mientras Sabina
Cantaba en un concierto.
Esa chica no la pude encontrar
Cuanto lo lamento
No siempre van a parar a un buen lugar estos cuentos
De bar.