Escribo sin sentido ,
mis postales de palabras son silencios
no es lo que digo lo que importa, es lo que callo ,
lo que duerme dentro mío , lo que guardo,
atesoro en el tiempo y el espacio .
en cofres sin memoria ,
cerrados a los ojos impertinentes,
solo tuyo, solo míos,
los dos descarnados.
Salgo a la calle de la mirada,
donde habita el mundo despoblado
desnudo de caricias y el corazón cerrado.
Siento...
Y en mis dedos surgen los latidos
de la vida que pasa por mi lado,
me acaricia el aliento de la brisa ,
mece los campos,
fecunda las flores de las plazas.
Caigo y levanto.
No estoy triste, estoy llorando.
Vivo, respiro, existo, el pulso pleno,
estoy a salvo.
Me dejo ir de lado ,
la vereda del sol es la cornisa,
me sonrío despacio, y me prendo a tu costado,
atrapo el abrojo de tu pelo ,
el hueco de tu cuello es latido en el beso
y tu beso el infinito tiempo sin espacio ,
sin edad, en la piel , sin los años.