Pisar la Tierra...
en este torbellino de rostros desolados,
es vivir con la esperanza recostada en la desdicha
que se embriaga en el pesar
de serle fiel a los pecados.
Es escalar el cielo aferrado a las caidas
bebiendo de las luces y las sombras
que piso con rudeza en el camino de piedras indecisas.
Pisar aquí...
en esta Tierra perezosa,
me retrasa el tiempo que he esperado
de correr con el reloj por los minutos
hasta llegar a la hora de mi entrega
y arroparme con el beso de los santos.
Estar aquí...
encadena mi sonrisa a los segundos
que marcan la verdad de mi destierro.
Y un eco de nostalgia se dilata y se extiende
como sombras por mi puerto.
Como un sueño enclavado en el dintel de la agonía,
se me amarran ya los pasos a esta Tierra.
Si la puerta se cerrara como cruel melancolía
ni las alas del anhelo escaparían de este encierro.
Si no estuviera como un ruego adormecido
en este suelo que se tiñe de lamentos,
las alondras cantarían en sus nidos
y un suspiro despertara de su sueño.
Estar un tiempo aqui...
hasta que el tiempo se disuelva así en la nada.
Solo tengo que en la espera refugiarme
florecido de contentos y esperanzas.
LEO HENRY