no te conoce el gato ni el pasto del jardin,
ni perros ni hormigas de tu casa.
no te conoce tu recuerdo mudo y olvidado
porque te has muerto para siempre.
no te conoce el llanto de la piedra,
ni la cama que entre lagrimas te destrozas.
no te conoce tu recuerdo mudo y olvidado
porque te has muerto para siempre.
el otoño vendra con hojas secas,
uva de nieblas y montes desolados,
pero nadie querra mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la tierra,
como todos los muertos que olvidan
en un monton de perros apagados
no te conoce nadies. no. pero yo te escribo.
yo escribo para luego imaginar tu perfil y tu gracia.
tu madurez y conocimiento.
tu suspiro de muerte y el brillo de tu boca.
la agonia que tuvo tu valiente alegria.
tardara mucho en nacer. si es que naces
ya escribo solo para enterrar el baul de recuerdos.
solo elegancia, recuerdos y una brisa triste de sueños.