Geovani

Noche oscura de luna llena.

Noche gobernada por el silencio,

por la oscuridad, llena con un misterioso secreto,

reinan las sombras entre caricias y besos,

místicos sonidos del bosque, hojas secas, un poco siniestro.

 

Nuestros sueños caen al mundo,

solitarios, entre estrellas y un camino oscuro,

bajo las caricias que recorren la intensidad de tu cuerpo,

las sombras se deslizan en él, acompañadas de mis manos.

 

Noche de color negro y cristal,

sonrisas que descansan en las estrellas,

velos fúnebres bajo el cielo crepuscular,

que nos envuelven bajo el hechizo de tu belleza.

 

La alcoba ensombrecida en la estancia de tu templo hermoso,

latidos de un corazón de cielo y mar rojo,

ternura, pasión, idilio en tu boca,

sabores dulces de los pétalos de tu rosa,

revoloteos de mi corazón al ver tus bellos ojos.

 

Luna dormida que no despertará

en este preludio de amor y palabras breves y suaves,

noche mágica de besos azules, ensueños sin pesares,

luz entre nubes eternas sobre un profundo rojo crepuscular.

 

Ansío, en esta noche derretirme silenciosamente en tus brazos,

en el amor inmenso de tus labios y de tus ojos,

en el sonido tenue del mar que se escucha a lo lejos,

en la belleza que hacemos en nuestra realidad, igual que en nuestros sueños.

 

En el valle oculto de espuma atormentada,

internados profundamente en la noche desnuda y encarnada,

imágenes multicolor junto a nuestra casa,

escuchando el tic-tac del reloj caminando en la noche estrellada.

 

Almendras por todas partes, algunas grises otras blancas,

momentos extraños de una noche encantada,

me abrazo fuerte a ti, en tu boca mi aliento descansa,

emparentados en un mismo amor, mi corazón te dice cuanto te ama.

 

Tenemos de nuestra parte a la esperanza,

yo te tengo a ti y tu a mí, no están solas nuestras almas,

ondea el viento fuerte sobre las nubes blancas,

las mueve y con ellas arena alza.

 

Cae la lluvia fuerte sobre nosotros con su transparencia,

todo es silencio entre los latidos, y nuestros pasos entre la hojarasca,

calles frías, húmedas, en ellas la ciudad quedó olvidada,

mi cuerpo sólo te espera a ti, a tu ternura y a tu alma.

 

"Horas lentas que destellan entre relámpagos, bajo una lluvia que borra nuestros pasos, como si se lo llevara todo al olvido, a un desierto sin caminos, sólo nuestro amor nos protege, entre besos y abrazos, en nuestra alcoba donde se derrama nuestro amor de nosotros mismos, dejando fuera la habitación el incesante vacío, entre esos poemas en que albergamos nuestros latidos, en nuestro amor que se plasma en algún libro."