Gotas de sal
la alegría espanta
salen del pesar
por desdicha tanta.
Lágrimas a caudal
el alma quebranta,
salen sin cesar
porque ya no aguantan.
Gotas de cristal,
perlitas de plata
corren hacia el mar
de la desesperanza.
Dolor inusual
tiene la muchacha,
dolor sin igual
que la deshilacha.
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