Freddy Duque

La cita

Ansioso de que vinieras

estuve esperando un rato;

mis ojos tenían la alegría,

y esa banca sin tí

estaba un poco vacía.

 

Un momento después

me pregunté

si tenías memoria para

recordar nuestra cita.

 

Acompañado de las horas

y de los pasos transeúntes,

el parque me entregó la tarde

mientras despertaba la noche.

 

Luego de esperarte una vida

empecé a llorar por tí,

por la banca solitaria,

por el parque desolado,

por el triste sueño

de un enamorado.