A unos pasos de tu ombligo
donde radica entonces
un poco de tu esencia
el sudor de tu cuerpo
a unos pasos de tu ombligo
estuve - callado -
no me importó tu seno
ni el olor de tu sexo
pero si el almíbar
que supura en tu ombligo
porque fue a unos pasos de él
cuando dormido
dejé que de mi boca
le escurriera saliva
y unir nuestras esencias
como la tierra
al trigo.
"el poeta irreverente"