Un día más de vida, uno más cercano a la muerte
Buscando sin suerte el equilibrio entre dos almas latentes.
Una frase perdida en un lapso
Dos cuerpos que se funden en un abrazo
Melancolía de amaneceres,
Navegando en el mar de los placeres.
Una voz que grita en el silencio,
que no hay tiempo, que muero lento
Una vida que no adelanta, el alba perdida en mí escampa
Tú, yo, el tiempo,
viviendo cada momento sobre un mar de sentimientos.
El dilema de lo que fue, de lo que será, nos impide el dar.
Añorando un nuevo comenzar.
Tú, yo, el orgullo… se escucha el murmullo
del universo reclamando lo que fue suyo
Ceder sin padecer, en este haber de errantes ilusiones con una piel
que evoca sensaciones, perdidas, vividas…
Es tentar al destino y decir que el camino fue un triángulo divino que
unió a ambos bajo alas de santos
Rige la lucha en el ser interno, que nos hace culparnos sin
mirarnos dentro
Evocando al centro que nos rodeó, nos llamó, nos amó.
Tú... yo... Está…
¿Tú, yo, no existe?
Tú, yo, qué más da.