Con tus recuerdos voy diseñando el estallar pleno de tu risa,tallando la silueta soberbia de tu cuerpo, repasando en retahíla el color suave de tu tez,voy destilando de mis labios tu nombrey dejo que él acaricie e inundesin premura al viento,porque certeza tengo,de que cuando aguijonee tu ausencia,encontraré en su magiala realidad de tu ser. Tus recuerdos que navegan sin freno por mi piel, por mi sangre hirviente,por mi agitado cuerpo que te aclama, me extasían,reaniman e iluminan mi vida,se convierten en mi luz y mi fuego,en el manjar que sacia mi hambre,en el potable líquido que refresca mis desiertos,en el muro que me libra de caer en los abismos. En la mañana cálida,tirada en la suave y fresca sabana verde,a orillas de la quebrada de agua clara,fijo la mirada en el despejado cielo, mientras entierro los dientesen la carne madura de una fruta roja,te pienso y veo tu blanco rostroen el destello suave de una nube azul. Silba la traviesa brisa, mis oídos escuchan su latir, al sentir su aleteo tibiomi cuerpo se estremece, se detiene el tiempo,se detienen tus recuerdosy comienza a transitar sin treguael anhelo enérgico de verte. Se desata en mis ojos la tormenta,lagrimas torpes navegan por mi rostro, y al anclar en la verde hierva,algunas de mis penas se lanzan a la fuga. Incorporo mi cuerpo alivianadoy emprendo caminobuscando encontrarte,mi mente recorremontes impregnados de tu aroma,en un océano de ilusiones me sumerjo, en un colchón de nubes me acuestoy al cerrar los ojos dominas mis sueñosy en mis sueños me besasy con tus besos me llevas a un espacio,donde tu ausencia se vuelve ceniza, que se desvanece en un tiempo muerto. POR: ANA MARIA DELGADO P.