"El amor a veces tan extraño es,/ que como pintura abstracta puedes verle./ Lo pones al derecho y al revés/ y no sabes qué título ponerle".
Hay cosas simplemente insondables,
dimensiones que no las puedes medir,
tamaños que pueden ser inimaginables,
amplitudes que nunca puedes describir.
Vemos el sol y él muy grande nos parece,
pero otras estrellas lo hacen ver pequeño.
Tamaños de un astro gigante como ése,
los vemos sólo en la fantasía de un sueño.
Al decir nosotros que con el alma amamos,
sabiendo que el romanticismo aumenta,
un límite para amar entonces nos damos
aunque al momento no nos demos cuenta.
Dices que amas muchísimo, con el corazón,
que hasta vives para amar así, sin medida,
aunque no sepas bien cuál es su dimensión,
así como tampoco cuánto durará tu vida.
Nos abruma y a muchos a veces nos inspira
la inmensidad majestuosa, imponente del mar,
como los ojos de alguien cuando nos mira
y algo nos dice que es infinito su mirar.
Hay otras inmensidades que podemos ver
que hacen que hasta el mar se intimide,
por eso el empeño de las olas en crecer,
pero el mar inquieto nunca se decide.
De tamaños inimaginables es mi verso,
aunque te pueda parecer algo extraño,
te invito a un viaje a través del universo
a ver si se puede calcular su tamaño.
Imagina que viajas y viajas sin cesar,
años luz si deseas que ése sea el caso,
parece mucho pero luego al comparar
con el universo, no has dado un paso.
Pero insistes, el viaje lo has reanudado
pues lo que digo no te ha convencido,
viajas y crees que volaste demasiado,
pero ante el universo no te has movido.
Es la distancia que no puedes imaginar,
dimensión sin medida, yo así la llamo,
como cuando me puedes amar y amar...
y no amas ni la mitad de lo que yo te amo.