Rápido turpial que pasas
pintando la tarde de negro amarillo,
dile a mi amor que en el lugar …
aquel donde nos vimos,
lo esperaré otra vez
llena de mimos.
Para hacerlo feliz como él me hace
tapándole los labios con mis besos,
él embriagado entonces
deje los míos con sus labios, presos.
¡ Oh, que oportunidad para entregarnos
ternuras, caricias, ansiedades,
que nos aprietan el pecho
cuando después de este preludio,
entremos juntos en el lecho.!
Porque nuestro amor tiene de todo
en su justa medida equilibrado,
es capaz de construir la vida
capaz también de ser sutil,
precioso lirio, colorido, aterciopelado.
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MIRIAM RINCÓN URDANETA