Parece confusión, pero no es;
parece disgresión,
parece un ojo de agua en el desierto,
rostros parecidos al azul,
amor, razón, fiebre de heno,
parece ridiculez.
Y cuando deje de parecer,
deje de aparecer,
empezará a ser real, será,
pero en la extensión de la palabra,
redondo, rondó, azul, roto, fulminante.
Y verás que ya se fue,
sabrás que no parecía, pero era;
que no sabía lo que era,
fuera lo que fuera
y que no le faltaba nada para ser
aunque dejara de serlo.
Una sola cosa queda suelta:
tu cabello como bruma de sueño.