Sus blancos cabellos plateando las sienes
Sus ojos que aún ya cansados siguen siendo bellos
Pero entristecidos por las añoranzas.
La recuerda bella risueña y altiva
Sus versos a diario él, le dedicaba
Ella palpitaba en cada poema
Él la contemplaba con su alma serena.
Parecían juntos, dos almas gemelas.
No importan los años ella le decía,
Te amaré por siempre, eres mi alegría.
Treinta años distaban de sus dos edades.
Él rejuvenecía cuando ella lo abrazaba
Ella estremecida con pasión besaba
Sus ojos, sus labios, su tez y sus manos.
pero un fatal día, murió la alegría.
Él, la esperaba con versos y flores
Ella no llegó, nadie supo nada
Desapareció, cual ave en invierno
Llevándose toda, toda su alegría.
Perdió la esperanza de tanto esperarla
Nunca más volvió, se quedó llorando,
Sombrío bajo la sombra de aquella acacia
En la que tarde a tarde leían los versos
De amor infinito, de amor verdadero.
Pasaron los años, vencidos los tiempos
Llegó una noticia terrible noticia.
Aquella tarde que él la esperaba
Ella por designio de su cruel destino
Marchó a extrañas tierras, moría su padre,
Y al regresar con ansías de amante
Un cruel accidente le cortó el camino…
Pasaron los años se quedó mirando
Los últimos fulgores en el triste ocaso.
Bajo la sombra de aquella acacia,
se quedó dormido.
Me gusta el apílogo que Zahady le dió a eta historia , se lo robo y lo pego aquí:
ZAHADY dijo:
15 DE NOVIEMBRE DE 2011 A LAS 09:44
*
Se quedó dormido y al despertar se encontró en los brazos de su amada bajo esa acacia, con el libro que él le había dedicado a ella en las delgadas y finas manos de su amor...
La miró y sin comprender se dejó llevar por esa paz que invadió su alma...
Ella, feliz le leía los versos que él le había escrito sólo para ella...
Él, la escuchaba y la miraba embelesado, entre la confusión y la felicidad...
Estaban juntos...el tiempo no había pasado... bajo esa acacia sentados amándose en la eternidad...