"El amor pasó y se fue, debo admitirlo,/ yo por milagro creí tenerlo,/ jugando al amor sin sentirlo/ y a ser Dios sin serlo".
Dependiendo por supuesto del tema,
se me presenta ella en algún poema
y suele contarme alguna historia...
Al leer lo que me cuenta advierto
que deben ser como un libro abierto
tantos recuerdos en su memoria.
Leo lo que me cuenta y me sonrío
y siempre lo relaciono con algo mío,
aunque su amistad sea nueva en mi vida.
Me pregunto sobre ella que viene de lejos,
a darnos a todos sus sabios consejos
pues no faltará quien se los pida.
La veo comentar y me dibuja sonrisas,
voy dejando de lado todas las prisas
para poder leerle con mucha calma...
Es alguien que desde un lugar remoto,
con sus palabras tan sinceras noto
que me está llenando el alma.
Nos habla de luz y ella la emite
y en sus escritos con nadie compite
porque sólo a aprender nos enseña.
Hay en sus palabras tanta verdad,
que aunque sea ésa su realidad,
en ocasiones me parece que la sueña.
Habla de bendiciones y nos bendice,
en realidad ignoro si algo bueno hice
para que ella para mi suerte, me comente;
se nota en sus palabras una bondad inmensa,
mucha valentía para decir lo que piensa
y facilidad para mostrar lo que siente.
Leo sus escritos, aunque no siempre comento,
porque sé que hay en ella un sentimiento
que no permite que de sus letras me aleje.
Su decir bondadoso nunca nos abandona,
cuando habla de amor nos emociona
y si habla de Dios nos protege.
Eres amiga una gran bendición,
alguien con un enorme corazón
para alegrar al que está triste...
Tuve en mi vida días de oscuridad,
por eso Linda agradezco de verdad
por esa luz bendita que me diste.