DariSantos

La Princesa de la Mirada de Oro

La noche era el panorama que sus ojos esperanzados siempre observaban, lejana y  desconocedora de la maldad del mundo, ya que su corazón solo conocía la bondad y la tristeza que le ocasionaba aquel a quien ella amaba.

 

Desde aquella torre, observando como la felicidad era ahogada por su llanto, como el amor era aplastado por la desilusión.

 

Era extraño aquel sentimiento que provoco en mí cuando la vi, enseguida despertó en mí ser el deseo de hacerla sonreír solo una vez más.

 

Mirando las estrellas, soñando y deseando ser una de ellas, brillante y acogedora en tiempos de tinieblas, aquella niña de la mirada de oro deseaba ser.

 

¿Como era posible que alguien como yo pudiera hacerla feliz? Pero mi corazón valiente y aventurero me aconsejo una vez diciendo: “No temas errante guerrero, la felicidad ya la conoce, solo esta distraída… no desistas, estas a un paso de que ella sonría eternamente, no renuncies, quizás encuentres aquello que se te ha prometido y haz venido buscando desde tiempos inmemorables…”

 

¿Como decir que no? ¿Como sería capaz de abandonar aquella causa tan noble? Solo se que deseo ser el guardián de aquella joya que lleva en su frágil pecho… su corazón.

 

-¡No temas! ¡No te rindas!-era lo único que podía decir, ya que la llave de la felicidad ella la tenia en sus manos, solo era necesario que observara y discerniera.

 

-Se fuerte, resiste-eran las palabras que de mi boca emanaban, no se si era sabiduría o torpeza, o la necedad por no ver destruido algo tan puro como su alma.

 

Conozco el dolor, la soledad y el sufrir, no deseo que a esa joven tan especial sufra por algo que no merece ser sufrido, pero no es lo que yo desee sino lo que ella desea lo que en verdad importa.

 

No soy el mejor, pero de algo estoy seguro: siempre estaré ahí

 

Con el sentimiento de valor adquirido pude decirle por última vez.

 

-No te detengas, no mires hacia atrás, que el pasado ya no existe, solo existe lo que hoy es y el futuro existirá por lo que hoy hagamos, hazte feliz, solo tu lo puedes lograr. Mira mis ojos, mira mi expresión, ¿no vez que fui enviado para despertar en ti el sentimiento de felicidad que tu alma tanto anhela? Saca el dolor, evita la tristeza y evita llorar, porque cada vez que lloras el cielo se desmorona.

 

Grita si es necesario, no guardes la agonía de tus sentimientos, mira al sol y sabrás que algún día allá te podré llevar, si así lo deseas claro esta.

 

No te rindas, no llores, no sufras… despierta de ese coma mortal que te lastima y no te deja sentir, gozar y ver el aura lleno de amor que te cubre, ¿no entiendes que tu rostro no fue hecho para tener un gesto de amargura? Mírate, Princesa de la mirada dorada, tu lo tienes todo… no caigas, porque al caer yo también lo haré, y si eso ocurre prometo que te levantare aun cuando yo no pueda levantarme a mi mismo…-.

 

Al decir estas palabras, aquel ser angelical sonrió majestuosamente, la Princesa de la mirada dorada, la musa de mis aventuras y el objetivo final de mi búsqueda al fin era feliz

 

bY -¡DS-! (Dariel Santos) Bellaktor of the Ligth!!!