Oigo un sonido grato y placentero
que sale de la alcoba de mi hermana,
suena serena como un sonajero,
luego sale por la abierta ventana.
El sonido sigue sus correderos
y con la ternura que de él emana,
va nutriendo mi alma con tanto esmero
y mis penas salen en caravana.
Cajita de amor, manojo auditivo,
que un hada dirigiendo con su vara
aflora mis nostalgias sin motivo.
Tu presencia, alegría me declara
y me deja un calor tan afectivo
como si una voz dulce me arrullara.
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