Ir a sierra nevada de Mérida
Es poder subir al cielo
Y bajar a la tierra
En un solo instante
Y tener el privilegio de
contemplar sin que hieran nuestros ojos
Los impresionantes rayos de sol
Es con nuestras manos
Poder tocar las algodonosas nieblas…
Estar en la sierra nevada de Mérida
Es ver las nubes moverse a tu alrededor
Cuando en sublime danza suben y bajan
Por el sinuoso cuerpo de la montañas
Es pisar el suelo y encontrar en
el regados los pedazos caídos
de motas de neblina,
de brillantes colores blancos, grises,
y de infinitos azules...
Es ver sobresalir las puntas de las cumbres
debajo de tus pies….
y a solitarias reses buscando el pasto escaso
y las nubes que en oleadas, tempestades
anuncian, pero que se conforman con
transformárse en nieve o en espesa neblina
que cobija la tierra, una y otra vez.
O en gotas de rocío que alimenta
la planta, que humedece la tierra y refresca
la estancia una y otra vez...