Caminando a través de la sierra, noche de labor,
Tranquilidad en medio de la nada, pensamiento,
Que ronda por la cabeza ¿que soy? ¿Dónde ando?
¿Donde me dirijo?; ideas que comulgan en mi ser,
Mientras percibo en la distancia infinita, el lucero,
La celestina, que amorosa lleva mi andar bohemio,
Y me llega a la sesera, que vivo solo de ti y tu alma
¡Si de tu alma hermosa! Sigo andando en el espacio,
Buscando el tiempo necesario para juntar las huellas,
Y voy pasando poco a poco los escollos que me deja,
Por mi errante corazón, ¡cansado! Pero entregado,
Por siempre en la distancia a tu cuidado y protección,
Para que solo hagas con el lo que tu sentido permita
Solo te pido nunca lo abandones ni olvides, que vive,
Por siempre en tu aliento, en tus piélagos encendidos,
Mientras el destino permite, a que nuestros caminos,
Nuestro andar silencioso, se convierta en una melodía,
Que la soledad hoy vivida, a pesar de vivir los dos juntos,
En la dimensión de los ensueños compartidos, mañana,
¡Por fin se fundan los cuerpos! ¡que se amalgamen!
Que se enreden en el lecho los corazones unidos!