*MISERIA*
Madre, ¿porque las piedras y la tierra no se pueden comer?
¡acaso no son las obras divinas del amo del Paraíso Terrenal!
a los niños negros nos trata muy mal el Dios de los blancos
¿es que yo no estoy, madre, hecho de barro con sus manos?
*BAÑADA*
Tenemos hambre, madre, además buscas la sed de caridad
La humana apariencia de dos céntimos para cerrar mí boca,
No quiero su caridad, quiero sembrar de verdor los campos
para regarlos con el agua que brota de mis lagrimas negras.
*HAMBRE*
No es un tiempo para lamentos que no reparten mi campo
aun siendo esqueleto viviente me mofo del latifundismo vil,
estoy cercano a la muerte, nuestra compañera de siempre
tampoco dejó carne sobre mis huesos, sin medula y sin fe.
*ÁFRICA*
África se acaba lentamente con la desgracia de los blancos
reyes poderosos de feudos con desdicha viciada y podrida,
sacando su riqueza y esclavizando a los pueblos soberanos
mientras lavan las negras almas en la pila de agua bendita.
*EXPIRA*
Que se vallan lo blancos madre, para quedarnos con África
sembraremos de selvas eternas lo pobre que ha quedado,
dejando que esos mundos naturales nos de vida de nuevo
aunque tengamos que regresar a los homínidos de antaño.
*INERTE*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
15 noviembre 2011