Cuando sientas que tus ojos,
Se humedecen con la brisa,
Y se quedan sin anhelos,
Todas tus lindas sonrisas,
No creas que me iré.
Que el alma de mi poesía,
Ya no te lleva a la luna,
Y que sea mí alegría,
Como un sol sin calentura,
No creas que me iré.
Se destruyan emociones,
Que antes fueron oportunas,
Y que en este mar de amores,
Pierdan olas nuestra espuma,
No creas que me iré.
Ya no sean mis cuentos,
los que te bailen en sueños,
ni mis brazos el viento,
que te despojen del miedo.
No creas, tampoco me iré.
Cuando ya no me necesites,
Aun así no me iré,
Porque serás siempre mi hijita,
Aunque seas una mujer,
Así que no temas, nunca me iré!