Que difícil es cruzar el umbral
y saber que lo recorrido no es más
que un pesadilla, un letargo mordaz
tan crudo, tan doloroso y letal,
un instante confuso e inoperante
a veces absurdo, ingenuo, ingrato,
que difícil entender la realidad
digerir la dosis amarga de la derrota.
Que difícil es el desamor y la burla
tratando en vano de esquivar la indiferencia
y como aludes de rencor
te corrompe el pensamiento,
con saña invade tu ensangrentado corazón.
Que difícil es tratar de fingir que nada te importa,
es la sonrisa falsa que se antepone
para cubrir la inmensa herida que atormenta,
es la mascara, es la protección,
es tan solo el escape de mi dolor,
un dolor penetrante que carcome la razón,
es un grito de desesperación en la oscuridad,
en esta noche que te extraño,
en esta noche de soledad que muero por tí
cuanto te maldigo…y cuanto te amo.