Mundos lejanos que laten, mientras yo estoy durmiendo
Países que en la tierra, se construyen sin detenerse
Pero hay un código, una sensación de agobio, en el desierto
Que habita en el alma que rodea, á mi resentido semblante…
Besos dormidos, que en otros tiempos mis labios humedecieron
Y ahora visten la sequedad, que el verbo amar me ha donado,
Olas de viento que desvían las tormentas, que me enfurecieron
Soy poeta de la soledad y del misterio que envuelve, á mi legado…
¿Qué me falta por descubrir? ¡Yo pienso, que la sensual brisa del mar!
Que escuchan mis oídos, olas que susurran en todo mi organismo
Mientras mis retinas, aun siguen viendo la película, de mí soñar
En las orillas de playas, en donde hace unos días me sentí, sumergido…
Todo pasa aunque son estaciones, que mueren y vuelven á renacer
Año tras año, nos ponemos las pilas, buscando el mejor placer
Pero esos manjares ya se olvidaron de mí, por las pastillas y la vejez
Aunque soy y me siento joven, pero mi motor falla, en su amanecer…
Cuando era un niño tuve que ponerme á trabajar, miles de horas
Siempre á destajo, como un burro lleno de palos, en sus alforjas
Y ahora que vivo en el retiro del descanso, me faltan todas las ansias
Que antaño dominaban los placeres sexuales, de mi cuerpo en brasas
Ardiendo, por las sensuales curvas, de las niñas y amigas del lugar…
Ninfas que se hicieron mujeres, amazonas de divinos y sensuales perfumes,
Esencia que traspasa, todos los muros y tiempos que la vida nos regala
Para más tarde dejarnos en la estacada, sin miramientos, ni dones
Y es cuando nos damos cuenta, que la vida es un tránsito y la mejor alhaja…
Mientras brotan las fuerzas por nuestros huesos, esos que ahora son dolor
Reumas llenas de torpezas, que ya no tienen cura y nos venimos abajo,
En las cloacas del llanto y la depresión, que despide nuestra hiel, en flor
Depurando los días y horas que dibuja el reloj, de nuestro ritmo cardiaco.
¡Nos pasamos la vida buscando, lo que tenemos muy cerca de nosotros y perdemos la brújula, en nuestros mejores tiempos!
Modesto Ruiz Martínez / viernes, 04 de septiembre de 2009