No sé quién dibuja las flores,
tal vez, sea el ángel con sus pinceles de sol,
el mismo que ha rozado tus labios
con la frescuras de la mañana
con el arcoíris de colores,
con la sencillez de un sabio,
con el corazón que te extraña
con mis ojos que te aman
suplicando tus amores
cuando mi silencio te llama.
Ayer estaba en el parque,
estaba como soñando, en otro mundo,
miraba el vuelo maravilloso de unan hoja,
no sé, pero escribió tu nombre,
las pequeñas ardillas jugaban,
un lucero apareció en el jardín,
el pequeño canario extendía sus alas,
todo era hermoso como el universo,
pero, yo pensaba en ti
tu figura estaba en cielo
en las manos con guitarra,
en mis deseos más secretos,
en la ternura de la tarde,
te esperaba, para acompañarte,
preguntarte cosas del día,
contarte también las mías
hasta desaparecer en lo profundo
de un castillo imaginario
tan sólo para amarte.