Las lágrimas me están limpiando las paredes de gritos.
Me tocaste hasta el fondo, en una tarde, rompiéndome en mil pedazos, con la voz.
Ahora tu voz y mis pedazos se han quedados solos después del estallido.
Vos te fuiste con un te amo. Yo me quedé con un te amo.
Los dos desesperados, sin nunca haber sido.