Alex Espinal

Acróstico para mi barrio

Barrio alegre, rincón de mis días nuevos

Acaricio en sueños tus horas plenas y gloriosas

Rodeadas del suave rumor de tus caudales de asediante furor

Regocijándose ante los plácidos días de calor y roció nocturnal

Imágenes claras vienen a mí de tus dorados tiempos

Opacados por la carrera veloz de la tromba infernal.

 

Lejano y tenue, difuminado entre el tiempo que se fuga 

Apabullado y triste, disperso en algún lugar

Solicito discurres ante el llamado inútil de tus hijos amados.

 

Deseo verte nuevo e integro en tu plenitud de tiempos gloriosos

Entre aquel blanco manto de arenas veraniegas que llaman al ocio 

Libre como el viento de tus arrabales 

Impetuoso y acogedor de mil misterios

Cubres hoy tu raído rostro con turbantes de olvido 

Invadido por legiones de seres que habitan tus solitarios despojos

Atraes los más sublimes y profundos pensamientos que,

Solo y perdido sufres un castigo sobrenatural 

 

Por siempre estarás en nuestros palpitantes corazones

Ocupando las primeras filas en el escenario del tiempo

Riéndonos de tus benignos y aterradores momentos de gloria extinta.

 

Solo el viento de la muerte podrá borrarnos de la mente tu bello nombre

Importado al parecer por los dioses del deleite

Exquisito lugar rodeado de llanos y lechuzas

Mañanas iluminadas de sol candente y atardeceres futboleros 

Paraíso terrenal de bellas damas y cordiales caballeros

Rocas, árboles, vestigios, seres errantes, cósmicos o de ultratumba

Enarbolarán tu nombre en todos los confines y hasta el final de los tiempos.